lunes, 28 de septiembre de 2009

Primeros pasos...



Recuerdo...

Me sentía como caminando sin un rumbo fijo, sin querer volver a soñar, pensaba que ya no había sueños hermosos para mi, sabia que nunca podría volver a tener un sueño igual que me llenara tanto, pero de igual manera me sentía cansada, tenia la necesidad de volver a la misma pesadilla para ser feliz.

Y así, caminando sin saber a donde, encontré el lugar, el lugar donde comencé a soñar, ya no tenia ganas de seguir despierta, aunque eso significara volver a sentir el dolor, regresar, abrir la herida que no había sanado todavía...

Y me senté, recordé mi sueño y entre lágrimas y risas volví a dormir, volví a la misma pesadilla, volví a no querer seguir luchando por mi...

Y volví a sentir esa sensación en la espalda, ese golpe intenso dentro de mi, pero esta vez, al despertar no había nadie, solo estaba yo y mi sueño abrumador, sabia que no podía continuar así, sufriendo, decidí despertar y esta vez lo hice por mi.

Así que seguí caminado y encontré un lugar hermoso, único, autentico...

Era perfecto, cálido, reconfortable, no podía creer que un lugar me hiciera sentir bien otra vez.

Y yo estaba ahí, necesitaba descansar y era el lugar perfecto para hacerlo.

Así que con miedo, volví a dormir y fue un sueño hermoso.

Estaba en un lugar que nunca creí que estaría, estaba soñando, me sentía viva y feliz, y aunque duro poco mi sueño me di cuenta, de que si quería podía volver a soñar...

Pero no estaba preparada para hacerlo...


Mi despertar...

No importa lo que paso antes, y creo que ya no importa lo que pasara...

Simplemente en mi interior me sentí como en un mal sueño, de esos sueños que empiezan hermoso, pero no sabes cuando ni porque empeoran tan de repente, y sigues soñando esperando a que mejore y todo sea como antes.

Como si no fuera poco el daño, las lagrimas, el dolor...

Como si no importara nada mas que seguir soñando aunque ya no tuviera sentido, aunque ya nada tuviera sentido.

En el momento en el que mi sueño se ponía peor, en el momento en que ya no podía seguir, pero no podía despertar por mi sola, en ese preciso momento sentí que alguien me despertó, y no de la manera dulce y bonita de la cual las otras personas, sin darme cuenta quisieron que despertara.

Fue como un golpe, como si algo se quemara dentro de mi, una sensación que iniciaba en la nuca y terminaba precisamente en mi espalda, y creo que hasta hoy, que ya paso mucho tiempo, sigo sintiendo el ardor que causo darme cuenta de lo sucedido, de despertarme de mi sueño, de ese sueño que de repente, no se como, ni se cuando se convirtió en la mas dolorosa de mis pesadillas...